Se trata de una planta perenne, este subclase es la más resistente de todas ellas ya que aguanta mejor los fríos extremos. Florece en primavera-verano o incluso a principios de marzo según la temperatura ambiente. Esta planta alcanza una altura de hasta 80cm de alto. Las flores se agrupan en una espiga de forma cuadrangular, juntándose en grupos de 6 a 10 flores de color morado. Cada ramillete es coronado por un penacho de brátceas estériles de color púrpura claro.
Las podemos encontrar en suelos sin cal, silíceos, pizarrosos o graníticos. Muchas veces crecen al lado de las jaras.
Es una flor que se utiliza mucho en el cultivo apícola por la gran cantidad de néctar que producen. Como podemos apreciar en la siguiente fotografía las abejas se agrupan alrededor de ellas para succionar el néctar.
Entre los usos de las lavandas, podemos destacar la preparación de infusiones con sus inflorescencias secas, ya que son muy buenas para combatir afecciones de pecho y bronquios, además es un buen antipirético, es decir, ayudan para bajar la fiebre. También podemos utilizarlas como ambientador, gracias a su olor alcanforado, agradable pero muy penetrante.
Fotografías realizadas en los Riscos de la Higüela.
Edición y fotografía: Ely Silva
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